
La tercera sesión para padres, tuvo lugar el pasado viernes 21 de diciembre. Esta vez hablamos de la elevada intensidad emocional que suele acompañar a las AACC, de cómo identificar esas emociones y de la forma en que intervienen en el propio aprendizaje.
Tres nombres claves que conviene tener en cuenta a partir de ahora:
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Daniel Goleman y su best seller: “Inteligencia Emocional”.
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Z. Dabrowski y su Teoría de las Sobre-excitabilidades (muy bien explicadas en la tesis doctoral de Raquel Pardo de Santayana).
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Elaine Aron y su libro “El don de la Sensibilidad en la Infancia”.
Podríamos decir que los niños y niñas con AACC tienen, además, mayor capacidad para sentir y que esa intensidad emocional, no es un problema ni un desequilibrio sino una necesidad educativa clave en el desarrollo integral de estos niños/as y que, normalmente, recae sobre las familias debido a la ausencia de programas de educación emocional en el currículum escolar. A menudo, vemos únicamente su conducta o sus intensas reacciones ante situaciones y estímulos pero no los procesos cerebrales que intervienen en estas emociones y que explicarían esa hipersensibilidad e hiperreactividad emocional en momentos clave.
Por otra parte, las AACC pueden coincidir con el rasgo de la AS (Alta Sensibilidad). A priori, ser Pas (Persona Altamente Sensible) conlleva cumplir cuatro pilares básicos además de dar una mayoría de respuestas positivas en un test orientativo diseñado por la propia autora (Elaine Aron). En todo caso, la AS no va necesariamente asociada a AACC ni una persona con AACC, es PAS si bien, esto no evita que puedan darse la confluencia de ambas en la misma persona.
Ante todo, como padres, profesores o educadores, debemos ser conscientes del clima emocional que creamos alrededor de nuestros hijos y/o alumnos así como de la gran influencia que éste ejerce sobre su estado de ánimo y su predisposición a la hora de afrontar nuevas situaciones. Tenemos la responsabilidad de trabajar sus emociones aceptando cada una de ellas, haciendo explícito lo implícito, anticipándonos siempre a lo que pueda suceder y preparándoles para que desarrollen sus propias herramientas a la vez que nosotros mismos aprendemos a crearnos las nuestras, como padres y adultos. Sobre eso, tratará la próxima charla. ¡Te esperamos!
